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La poesía de Bécquer cobra vida en el recital de poesía y música “Vano fantasma de niebla y luz”

Este recital que homenajea a uno de los grandes poetas españoles de todos los tiempos llegará al Corral de Comedias los días 21 y 22 de abril

Los días 21 y 22 de abril podremos disfrutar de “Vano fantasma de niebla y luz”, un recital de poesía y música que homenajea a uno de los grandes poetas españoles de todos los tiempos, Gustavo Adolfo Bécquer.

Bajo la dirección escénica de Ana Contreras y con una selección de textos y versión de Rául Losánez, el recital cuenta con un elenco formado por Beatriz Argüello y David Luque junto al piano interpretado en directo por Jorge Bedoya con la colaboración de Raquel Riaño en las canciones.

La música está muy presente en este recital poético cuyo objetivo es poder acercar al público a algunos de los versos más recordados y populares de toda la historia de nuestras letras.

Para conocer un poco más sobre este recital hablamos con una de sus intérpretes, Beatriz Argüello:

PREGUNTA. “Vano fantasma de niebla y luz” es un recital de poesía y música que homenajea a uno de los grandes poetas españoles de todos los tiempos, Gustavo Adolfo Bécquer. ¿Por qué se ha elegido a este autor? ¿Y por qué ahora?

RESPUESTA. Esto surge de Raúl Losánez y Ana Contreras para poner en valor a este poeta y romper un poco con el estigma que tiene de poeta romántico, decadente o cursi, un aura que le rodea y queremos romper. Profundizar más en su figura y su poesía a través de la lectura dramatizada de varios textos de este autor.

P. ¿Cuál es la imagen entonces que se quiere mostrar de Bécquer al romper con estos estereotipos?

R. En esta lectura hay tres voces, él, ella y la música, representada a través del piano de Jorge Bedoya. Lo que se pretende es jugar un poco con una ensoñación del autor que se podía representar por el propio poeta y por ella, que es la musa de su poesía. Simboliza la búsqueda de esa inspiración, de esa convocación hacia lo más elevado, representado en la voz de ella, que en este caso soy yo y a través de varios poemas de Bécquer.

A través de la poesía buscar ese hilo conductor y crear esta metáfora del artista que busca, encuentra y se desvanece. De ahí viene el nombre del recital: “Vano fantasma de niebla y luz”, haciendo referencia a ese momento de inspiración en el artista cuando desaparece y cae en una sensación de nostalgia de lo que sintió cuando estuvo inspirado  y vuelve de nuevo a su búsqueda.

P. Y a título personal, ¿Eras amante de la poesía de Bécquer o quizás le has descubierto a través de esta función?

R. Es curioso, porque había leído su poesía pero he profundizado más en la figura de Bécquer haciendo este trabajo. Es cierto que solemos quedarnos con el estereotipo de una poesía cursi o ñoña y cuando empeizas a leerlo te das cuenta de que es un poeta de grandes dimensiones filosóficas, sobre el conocimiento que tiene del ser humano, del artista, de la búsqueda del amor que va ligada a la búsqueda del arte.

Para mi ha sido un descubrimiento, y la lectura es de una belleza enorme, tanto para el que escucha como para el intérprete que pone en boca estas palabras. Porque al final en las lecturas dramatizadas la puesta en escena suele ser sencilla, entonces se convierte en un deleite para los oídos.

P. Hablando del deleite para los oídos, ¿Qué importancia tiene la música en este recital?

R. La música está compuesta por Jorge Bedoya y es en directo, siendo una voz más, acompañando a través del sonido todo este viaje que tiene el personaje de él y el de ella, que le acompaña, le seduce, se vuelve esquiva… La música resalza más la atmósfera de las situaciones que va creando la palabra.

P. Decís también que es muy importante el acercamiento del poeta al público, ¿Cómo esperáis conseguir esto?

R. A través de la cercanía de la palabra. La poesía es la musicalidad de la palabra y cómo entra la poesía en los oídos del espectador también es importante. Yo creo que poder entenderla requiere también un cierto abandono de la lógica por parte del espectador, que una vez que entra ahí y se deja llevar es maravilloso.

La poesía pertenece a un estado elevado del alma, no es una estructura lógica de una historia que se cuenta, cronológica, sino que pertenece al mundo de la ensoñación, de las ideas. En un espectáculo de este calibre y de esta desnudez, y dando valor a la poesía de Bécquer yo creo que el abandono hacia las palabras te hace percibir la belleza que tiene este autor.

P. Tras este acercamiento de la poesía al espectador, ¿Cuál te gustaría que fuese la reacción del público al salir del espectáculo?

R. Como digo siempre, que en todo encuentro con el público creo que debemos, nosotros como intérpretes, tener la responsabilidad de que salgan mejor de lo que entraron. Que les hayamos transformado, que su estado haya cambiado en algo, porque el teatro tiene tal poder que cuando asistes a una función de teatro y se produce eso, ese momento que te llevas no lo olvidas nunca.

Y yo cuando hablo con compañeros, nos acordamos siempre de haber vivido algún momento así, o incluso a mí me lo han llegado a decir, que alguno de mis personajes se les ha quedado para siempre y es fuerte, el poder que tiene el teatro para hacer que se guarde en la memoria de la persona que lo ha visto para siempre.

Pero aparte de esto, me gustaría que de pronto volviesen a Bécquer, que le entre ganas a la gente de leerlo, o de releerlo si ya lo habían leído, que despierte en ellos la curiosidad por este autor.

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