Samira y el comentador de Córdoba

Sobre la obra

Con motivo del Día de la Filosofía, y tras el éxito que tuvieron en el Corral las anteriores producciones de Maldito Espinosa (a partir de la figura de Baruch Spinoza) y Bruno (sobre Giordano Bruno), regresa la compañía Theaomai para estrenar su nuevo espectáculo, que tiene como protagonista a Averroes. 

Todo nombre es máscara. Abu-l-Walid Ibn Rushd fue conocido en el occidente cristiano con el sobrenombre de Averroes y, más genéricamente, como el Comentador de Córdoba, debido a sus glosas del pensamiento de Aristóteles. A través de su obra, su vida y su conflicto con la ortodoxia almohade —que le costaría el destierro— nos guía Samira, la joven profesora de filosofía de un instituto público en pleno siglo XXI. Preocupada por la segregación cultural que observa en el centro, Samira pone en marcha un proyecto para tender puentes entre sus alumnos, descubriéndoles la filosofía de Ibn Rushd y, a partir de él, una cultura, la andalusí, que todos tienen en común. Su empeño será puesto en entredicho por un trágico suceso que revelará no solo la fragilidad del bien, sino también los límites de la tolerancia que se ocultan tras el fugaz espejismo de la concordia.

Samira y el Comentador de Córdoba cuenta la historia de dos filósofos españoles de ascendencia árabe. El primero, Ibn Rushd, vivió en la Córdoba califal en el siglo XII y fue inspiración de pensadores tan notables como Tomás de Aquino o Spinoza. La segunda es la humilde profesora de un instituto público que desea promover el conocimiento mutuo entre sus estudiantes con el fin de reedificar una civilización donde puedan convivir en paz todas las culturas. Los problemas que afrontan uno y otro, salvando ochocientos años de distancia no son, en definitiva, tan distintos.